Termas en Gualeguaychú, el atractivo turístico de todo el año.

Amanecer en las termas, abrir la ventana de la cabaña y dejar que la brisa entrerriana despegue los párpados, desayunar escuchando benteveos, y teros, y pirinchos; dejar pasar el día de pileta en pileta, relajarse, descansar, darse el mimo de quedarse hasta tarde metidos en el agua calentita, y después irse a dormir. Todo eso (y aún más) puede hacerse en los dos complejos termales de la ciudad.

Año tras año son muchos, miles, los turistas que llegan buscando la tranquilidad, la comodidad y la seguridad que los complejos termales ofrecen durante todo el año. Sí, termas en verano y termas en invierno; porque hay piscinas cubiertas, de agua caliente y piletas de agua a temperatura natural.

Los beneficios de estas aguas que brotan desde la profundidad de la tierra son muchísimos. El aumento de la temperatura corporal producto de la inmersión estimula la circulación sanguínea y la oxigenación, y ayuda a disolver y eliminar las toxinas del cuerpo.

No hay en el país termas más cercanas a Capital Federal que las de Gualeguaychú. Uno de los complejos queda en el kilómetro 63, 5 de la ruta nacional 14; y el otro sobre la ruta provincial 42, a mitad de camino entre las ciudades de Gualeguaychú y Pueblo Belgrano.

Ambos complejos ofrecen al turista la posibilidad de alojarse sin tener  necesidad de salir; ni para comer, porque cuentan con restaurante y proveeduría; Ni para comprar recuerdos de la zona, porque hay venta de productos regionales. También juegos para chicos, kiosco, cyber y cabinas telefónicas; alquiler de batas y reposeras. Y si alguien quisiera recibir una sesión de masajes o realizar una buena caminata respirando aire puro, en las termas de Gualeguaychú también se puede.

Todo en un mismo lugar. La paz entrerriana, la calidez de la gente, la naturaleza cerca y el confort. Indefectiblemente, venir a las termas es una muy buena decisión,  una decisión que hace bien.

Nota: Lic. Sabina Melchiori.