A partir de los meses de abril y mayo a los que les gusta la pesca empiezan a “buscar” en los ríos Uruguay y Gualeguaychú los primeros pejerreyes que van arribando a la zona, provenientes del río de La Plata.

Hay varias especies de pejerrey pero la que llega acá viene de dicho curso y no del mar como se creía esto se confirmó a través de estudios hechos sobre el “otolito” que es un huesito que tienen en la cabeza; de ahí se pudo determinar el grado de “salinidad” que tenían, demostrando de esta manera de donde provenían.

Esta especie tan buscada por los pescadores deportivos suben por los ríos Uruguay y Paraná y sus afluentes, para desobar. En nuestra zona la mayoría de las especies que podemos encontrar en la primavera y verano, -llamada variada- cuando llegan los primeros fríos migran aguas arriba buscando mas temperatura en el agua, (dorado, surubí, boga, etc.) cruzándose con el pejerrey que viene a ocupar el espacio desalojado por éstos.

El pejerrey es una especie que necesita de días fríos para estar activo, su carnada favorita es la “mojarra”, pudiéndoselo pescar también con lombriz, izoca, coludos, etc.

Se lo pesca generalmente a flote, con pejerreyceras que es una línea con tres o cuatro boyas, de las cuales penden brazoladas que van desde 15 a 50 centímetros. También necesita que el agua este “movida” por el viento porque de esta forma esta mas “oxigenada”.

Generalmente cuando el río está “planchado”, el pejerrey se va al fondo y es mas difícil su captura. Esta especie la podemos encontrar hasta los meses de agosto/septiembre, donde emprende su regreso al río de La Plata.
La pesca deportiva del pejerrey mueve mucha gente todos los años. En la provincia de Buenos Aires lo pescan en las lagunas que son sembrados, pero el más buscado es el de río ya que es más combativo y de mejor porte.

El llamado “Matungo” es el pejerrey que supera el kilo de peso, no es de gran tamaño pero -no obstante ello- como se lo pesca con equipos muy “sensibles” (cañas de 4 metros o más y finas) se “siente” mucho su captura.
También al ser una pesca con boyas y con poca profundidad de sus brazoladas, muchas veces se los ve acercándose a la cardana y jugando con ella, antes de decidirse a picar.

No es una pesca sencilla, hay que tener cierta habilidad para poder capturarlos. La búsqueda de pejerrey tiene muchos fanáticos, mueve mucha gente, Gualeguaychú se encuentra muy bien posicionada para ofrecer a este segmento de la sociedad una buena opción para su actividad.

Cuenta con una ciudad bien preparada para ofrecer alguna actividad complementaria para el pescador o su familia que viene a acompañarlo. Aquí encontrará un descanso y diversas opciones.